Yogagrama
Tu mapa de vida | Astrología integral
Esencia:
"Todas las esencias espirituales
de los 7 yogas
con originalidad y independencia."
Tantra
El camino de la Originalidad.
La palabra Tantra significa “Técnica”, el método es la experiencia en el camino. De modo que no es un camino filosófico. No se ocupa de indagaciones intelectuales. No se ocupa del por qué, se ocupa del cómo, no se ocupa de qué es la verdad, sino de cómo se puede alcanzar dicha verdad.
El primer texto escrito es el “Vigyan Bhairav Tantra”. El contenido es la conversación que mantiene Shiva con su esposa Shakti, unidos en postura del nudo, una postura tántrica por excelencia donde Shakti está sentada con las piernas encima de las de Shiva, uniendo así sus genitales y sus corazones. Ella le pregunta: "amor mío, ¿Qué es el amor?" y Shiva en lugar de contestar directamente empieza a darle técnicas para alcanzar la experimentación sobre la muerte, la consciencia y el amor... Pretende así que se experimente lo que es cada cosa y no se intelectualice a través de la mente.
Así que el tantra son técnicas para experimentar la Consciencia en la naturaleza.
Los tántricos tienen como herramienta espiritual los deseos. ¿Cómo los utilizan? Estando siempre conscientes en cada momento y no dejando que los deseos les dominen. Se convierten en los maestros de los deseos y no en sus esclavos.
El secreto del éxito de los tántricos es el de entender los deseos como un amigo, y no como un enemigo. El Deseo es un amigo sin el que no podemos estar. Los únicos que tienen éxito en el camino del Tantra son los que aprecian los niveles más profundos de los deseos sin perderse en los deseos superficiales. Nuestros deseos más profundos son alcanzar la iluminación, la absoluta felicidad, la libertad y el amor.
El peligro es que los deseos superficiales van, más a menudo, en direcciones contrarias a las de los deseos espirituales.
El tántrico cultiva la conciencia del flujo de los deseos y como un yogui, evita el apego al objeto de los deseos. Ya que el apego al objeto de deseo nos transporta fuera del presente. En cambio, la conciencia del flujo de nuestros deseos nos mantiene en el presente. Gradualmente, la conciencia del flujo crece en una conciencia de la fuente silenciosa del deseo. Así, el tántrico se convierte en el maestro del Deseo, y no en su esclavo.